La confianza en uno mismo es algo que se aprende y se va desarrollando a lo largo de nuestra vida.

Sin embargo, entre todas las cualidades que tenemos, CREER en uno mismo es una de las más importantes, ya que nos permite sentirnos bien con nosotros tanto a la hora de plantearnos metas y poder alcanzarlas como si no llegamos a conseguirlas.

Las personas que no tienen autoconfianza prefieren quedarse en su “zona de confort”, aunque no se sientan totalmente cómodas, porque creen que no van a ser capaces de luchar por sus sueños.

Esta actitud no es nada buena, porque las condena a una vida llena de: “me hubiera gustado”, “debería haber hecho…”. ¿Te identificas?

¿Por qué no creemos en nosotros?

Creo que es interesante que sepas que la autoconfianza empieza a desarrollarse en la infancia.

Cuando nos damos cuenta de que somos una persona independiente, empezamos a hacernos una idea de quiénes somos. Esta imagen de nuestro “YO” estará determinada por lo que los demás piensen de nosotros.

Si nuestros padres no confiaban en ellos, es probable que hayamos aprendido esta manera de relacionarnos con nuestro “yo”; también puede ser que hayamos tenido unos padres demasiado sobreprotectores que nos hayan dado pocas oportunidades para ponernos a prueba y desarrollar nuestras capacidades, o padres que utilizaran frases tipo: “no estás hecho para esto”.

Cuando este patrón se repite a lo largo del tiempo, la persona crece con una imagen negativa de sí mismo, por lo que no tendrá suficiente confianza en sus capacidades para asumir retos o sentirse cómodo consigo mismo. Por supuesto que las causas de la falta de confianza no siempre tienen lugar en la niñez, a veces surge de experiencias de vida asumidas como fracasos.

¿Cómo desarrollar la autoconfianza?

  • Sé paciente. Posiblemente hayas estado muchos años dudando de tus capacidades, por lo tanto, no esperes resultados de un día para otro. Aprender a creer en uno mismo es un proceso que lleva tiempo y que está marcado por altos y bajos, por momentos de dudas y retrocesos; pero es parte del camino y la clave está en ser paciente y no desistir.
  • Aprende a quererte. Cuando te aceptas por lo que eres y te quieres, aumenta la confianza en tus capacidades y te sientes con más fuerza para alcanzar tus retos. Es importante que no te compares ya que cada persona es única y precisamente en esa diferencia radica la grandiosidad de cada uno.
  • Dí NO a las etiquetas. No dejes que nadie te diga que no puedes hacerlo, y que te detengan cuando has tomado una decisión. Piensa que no hay nada peor que llegar al final del camino y preguntarte qué habría pasado si te hubieras atrevido.
  • Piensa en presente. Es importante que aprendas a pensar en el AQUÍ Y AHORA. No permitas que tu pasado te limite y que el miedo al futuro te paralice, piensa que es AHORA cuando estás construyendo tu vida; que no hayas conseguido algo no significa que no puedas lograrlo si te esfuerzas.
  • Ve paso a paso. Debes ir poco a poco, cada paso debe acercarte a tu meta, pero sin dar saltos de gigante que te puedan agobiar demasiado. Plantéate metas REALISTAS y felicítate por ello cuando las hayas conseguido. Es importante que refuerces las conductas positivas frente a las negativas.
  • Actitud mental positiva. Todo pasa por nuestra actitud. Repítete a menudo: “Yo puedo”, “Yo soy capaz” …  La repetición hace la fuerza. Repítelo, Créetelo, Convéncete … Es un ejercicio muy efectivo que propongo bastante en terapia para que se realice (si es posible) delante de un espejo.
  • Escribe. Sea un libro, diario, blog… y a diario si es posible, donde expliques y compartas algo bueno de ti.

Si vas practicando estos tips que acabo de recomendarte, poco a poco desarrollarás la confianza y la seguridad en ti mismo que quieras.

Sabes que estoy a tu disposición por si quieres comentarme algo que no te haya quedado claro, o si consideras que puedo ayudarte de alguna manera.

Estaré encantada de poder acompañarte en la búsqueda de tu nuevo YO.

 

 

 

Pin It on Pinterest