La respiración es el motor de la vida, y actualmente son más que conocidos los beneficios de la respiración sobre nuestro organismo. La respiración es la herramienta básica para diferentes técnicas como la Meditación, la Relajación, el Yoga y el Mindfulness entre otras.

A continuación te propongo una serie de sencillos ejercicios prácticos para aprender a respirar correctamente:

 

Respiración Profunda

La postura más recomendable es la que te describo a continuación:

Túmbate en el suelo sobre una alfombra o sobre una manta.
Dobla las rodillas y separa los pies unos 20 cm, dirigiéndolos suavemente hacia fuera. Asegúrate de mantener la columna vertebral recta.
Explora tu cuerpo en busca de signos de tensión.
Coloca una mano sobre el abdomen y la otra sobre el tórax.
Coge aire, lenta y profundamente, por la nariz y házlo llegar hasta el abdomen levantando la mano que habías colocado sobre él.
El tórax se moverá solo un poco y a la vez que el abdomen.
Cuando te sientas cómodo con tu respiración, aspira por la nariz y espira por la boca, haciendo un sonido de exhalación relajante cuando resoplas.
Esto relajará la boca, la lengua y la mandíbula.
Continúa haciendo respiraciones lentas, largas y profundas que levanten y bajen tu abdomen.
A medida que llegues a estar más y más relajado, céntrate en el sonido y en la sensación de tu respiración.
Al final de cada sesión de respiración, dedica un poco de tiempo a explorar tu cuerpo una vez más en busca de signos de tensión. Compara la tensión que sientes al acabar el ejercicio con la que sentías al empezarlo.
Continúa con 5 a 10 minutos de respiración profunda una o dos veces al día durante unas cuantas semanas; luego si lo deseas, puedes prolongarlo hasta 20 minutos.

 

Respiración Natural Completa

Este modo de respiración llegará a ser instintivo cuando lo practiques.

Ponte cómodo, de pie o sentado.
Al inspirar, respira por la nariz.
Llena primero las partes más bajas de los pulmones.
El diafragma presionará tu abdomen hacia fuera, para permitir el paso del aire. Llena la parte media de los pulmones, mientras que la parte inferior del tórax y las últimas costillas se expanden ligeramente para acomodar el aire que hay en su interior.
Llena la parte superior de los pulmones mientras elevas ligeramente el pecho y mete el abdomen hacia dentro.
Contén la respiración durante unos pocos segundos.
Espira lentamente, contrayendo ligeramente el abdomen hacia dentro y levantándolo suavemente a medida que los pulmones se van vaciando.
Cuando hayas realizado la espiración completa, relaja el abdomen y el tórax. Repite esta secuencia al menos 5 veces, elevando ligeramente los hombros y las clavículas, después de la aspiración para asegurarte de que la parte superior de tus pulmones está llena de aire fresco.

 

Respiración Purificante

Este ejercicio limpia tus pulmones mientras estimula y tonifica todo el proceso de respiración y refresca tu cuerpo. Puede practicarse sólo o en combinación de otros ejercicios respiratorios.

Ponte cómodo, de pie o sentado.
Haz una respiración completa. Mantén la inspiración unos pocos segundos. Forma con los labios un pequeño orificio y expulsa por él un poco de aire; hazlo con un poco de fuerza, exactamente como si estuvieras soplando paja. Para un momento y luego expulsa un poco de aire. Repite el proceso hasta que hayas eliminado todo el aire en pequeños y fuertes soplos. Practica durante varios minutos.

 

Respiración Alternante

Este es un excelente ejercicio de relajación.

Siéntate en una posición cómoda.
Apoya los dedos índice y medio de la mano derecha sobre la frente. Cierra tu ventana nasal derecha con el dedo pulgar.
Inspira lenta y silenciosamente por tu fosa izquierda. Cierra tu ventana izquierda con el dedo anular y abre simultáneamente la ventana derecha, quitando de ella el dedo pulgar. Espira lenta, silenciosamente y de la forma más profunda que puedas por tu fosa derecha. Inspira por el lado derecho. Cierra la ventana con el pulgar y abre la izquierda. Espira por el lado izquierdo. Inspira por el lado izquierdo. Empieza haciendo 5 ciclos y ves aumentando lentamente hasta alcanzar entre 10 y 25.

 

La toma de conciencia mediante éstas técnicas de nuestra manera de respirar, modifica los malos hábitos respiratorios, devuelve el ritmo de la respiración natural y oxigena y ayuda a gestionar de mejor manera las emociones a través de la relajación que produce.
Con una práctica diaria de éstos ejercicios, podrás comprobar rápidamente los buenos resultados que ofrece la respiración.

 

“Los sentimientos vienen y van, como las nubes en el cielo. La respiración consciente es mi ancla”

Thich Nhat Hanh

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