La rabia es una emoción natural en todos los seres humanos y no siempre es algo negativo, aunque es importante aprender a reaccionar bien ante este sentimiento, ya que tanto sentir rabia con frecuencia como reprimirla, está vinculado a un riesgo más elevado de dificultades para dormir, ansiedad, depresión …

 

Es importante que sepas que puedes aprender a entender, procesar y liberar tu rabia de una manera saludable.

¿Cómo?

El primer paso para entender la rabia es: reconocerla.

¿Tu rabia te conducte a la agresión física frecuentemente? ¿Sientes que tu rabia afecta negativamente a tus relaciones personales, trabajo o a tu salud en general?

El segundo paso es aprender a interpretar tu lenguaje corporal: ¿Sientes tensión física? ¿Dolores musculares? ¿Tu respiración es más rápida? ¿Sufres de dolores de cabeza? …

Todo esto son síntomas que pueden estar vinculados a la rabia.

Entender el momento en el que sientes rabia en lugar de intentar reprimirla puede ayudarte a procesar este sentimiento.

El tercer paso es escribir tus episodios de rabia.

Es una manera de entrar más en contacto con tus sentimientos y con tus emociones con detalle. Reflexiona qué ha pasado cuando tienes rabia, cómo has reaccionado y en qué pensabas. No juzgues estos sentimientos a medida que los vayas escribiendo. Exprésalos para que seas más consciente de lo que sientes, ya que tener conciencia de ellos es un paso básico para superarla.

Algunos tips para liberarla:

  • Haz ejercicio: aléjate de la situación que te provoque este sentimiento cuando sientas rabia y muévete.
  • Respira.
  • Repite frases tranquilizadoras como: “Mantendré la calma en esta situación”.
  • Elabora un “plan contra la rabia”: te permitirá tranquilizarte en caso de que ésta aparezca. Por ejemplo utilizando el “tiempo fuera” (puedes decirle de manera calmada a otra persona que necesitas tomarte un descanso).
  • Reestructura tu pensamiento: a menudo el sentimiento de rabia hace que exageres tu reacción delante de las experiencias y puede hacer incluso que pierdas el control. Cambiar tu manera de pensar con respecto a estas puede ayudarte a controlar tu rabia cuando aparezca.
  • Sé más flexible ante las situaciones: te permitirá reaccionar a tus experiencias con menos rabia.
  • Aprende a actuar con asertividad: expresa claramente tus pensamientos, sentimientos, necesidades… honestamente.
  • Mindfulness: con su práctica aprenderás a mantener la tranquilidad incluso durante experiencias desagradables.
  • Descansa entre 7 y 8 horas.

Espero que te sea de utilidad lo que has leído y si crees que necesitas profundizar más en tu sentimiento de rabia, cómo lidiar con él y crees que puedo ayudarte; sólo tienes que contactar conmigo rellenando el formulario que encuentras a continuación.

 

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