Quizás te sorprendas al leer el título que he elegido para escribir el post de esta semana, pero me gustaría que no te arrepientas el último día de tu vida de aquellas cosas que NO hiciste, cuando ya no te queda tiempo para hacerlas…

Por eso, te propongo que vivas cada día como si fuese el último, no dejes pasar un día más sin haber dicho o hecho algo bueno tanto para ti como para las personas que quieres y te rodean.

Es posible encontrar la felicidad y ser feliz si somos agradecidos.

Si alguna vez has actuado mal, no pienses que eso va a perseguirte hasta el último día de tu vida; cada día que abres los ojos tienes delante de ti una nueva oportunidad para volver a hacer las cosas bien, de hecho todos los días pueden ser maravillosos si te lo propones.

¿Cómo?

  • Haciendo planes: no permitas que al aburrimiento apague el sol que llevas dentro.
  • Riendo: contagiarás a los que te rodean de buenas vibraciones, a parte de que te hará bien.
  • Tomando conciencia de que TÚ diriges tus propios pensamientos y sentimientos: puedes sentirte como quieras, si te apetece llorar, no reprimas, llora lo que haga falta, deja que tus sentimientos afloren para que puedas liberarte de todo lo que te aprisiona y es increíble cómo puede cambiar tu vida cuando decides cambiar un pensamiento.
  • Ayudando a quien pide tu consejo: ofrece unas palabras a aquellas personas que lo están pasando mal. No sabes cuánto se agradece encontrar a una persona que sólo nos diga: «cuenta conmigo «. Y aunque no te digan nada, sentirán tu protección, alguien que sabe comprender por lo que están pasando.
  • Caminando por la vida siendo una buena persona: si vas por la vida con una actitud positiva, extendiendo tus manos a quien lo necesite, serás una persona que siempre será recordada por su gran entrega.
  • Regalando amor: reparte, entrega, regala…, pero que no se quede sólo en ti, porque de nada te servirá el día de mañana. No hay que ser egoístas, deja cosas positivas en tu caminar por esta vida.
  • Siendo luz: con tu ejemplo puedes dar luz al mundo, muéstrales a las personas que te rodean que se puede ir ayudando a la gente sin esperar nada a cambio, que la mejor recompensa la tendrás al final de tu vida.
  • Viviendo tu vida a tope: recuerda que todos estamos de paso por esta vida y que cada día es como subir a una gran montaña, pero cuando llegues a la cima, mires hacia abajo y veas toda la gente que se benefició de tu bondad, serás la persona más feliz de la tierra.
  • Buscando en tu interior: reencuéntrate, sé una persona que sea  capaz de renacer cada día y da lo mejor de ti.
  • Disfrutando de tu gente: si tienes hijos, disfruta con ellos cada segundo de tu vida; si tienes pareja, demuéstrale que la quieres porque quizás mañana no estés en este mundo o esa persona no esté; si tienes amigos, pasa momentos con ellos, llámalos, que sepan que estás ahí … así que VIVE HOY, como si fuera el último día de tu vida.                                              VIVE, AMA Y DISFRUTA tu día a día.

Me gustaría terminar con unas bonitas palabras de Pablo Neruda:

De la vida no quiero mucho. Quiero apenas saber que intenté todo lo que quise, tuve todo lo que pude, amé todo lo que valía la pena y perdí apenas lo que, nunca fue mío”.

 

 

 

Pin It on Pinterest