La situación sanitaria que estamos viviendo está causando entre la población síntomas como: nerviosismo, incertidumbre, miedo, falta de apetito, dificultades para conciliar el sueño…

El distanciamiento social está generando alteraciones, no llevamos demasiado bien estar alejados de los nuestros, no poder verlos, ni abrazarlos debido al confinamiento de estar en casa aunque hay otras alternativas que sí están en nuestra mano: llamarles, hacer video llamadas donde nos podamos ver…
No dejes que crezca la hierba en el camino de las relaciones humanas, ahora es el momento de acercarnos más a aquellas personas con las que hace tiempo no tenemos contacto debido al ritmo frenético de nuestro día a día, ahora no hay excusas; debemos pensar que llegará el día que venceremos entre todos esta epidemia y podremos volver a abrazarnos, pero por ahora debemos seguir las recomendaciones por parte de las instituciones sanitarias.

El hecho de que nuestra rutina se haya modificado, el hecho de tener menos actividad: no salir, no hacer ejercicio físico al aire libre… genera cierto nivel de estrés y ansiedad.
Es interesante que nos movamos, que planifiquemos una tabla de ejercicios diaria. No es necesario que nos machaquemos como en el gimnasio, hay APPS, videos en youtube donde encontramos distintas tablas de ejercicios; es interesante hacer aquellas que conecten con nuestra filosofía de vida.

Una de las consecuencias psicológicas más evidentes del coronavirus es el miedo a la infección, la mente humana tiende a desarrollar miedos irracionales cuando una situación de pandemia se alarga y esta es la situación actual que estamos viviendo.
Estoy viendo que se está dando un temor irracional en algunos de nosotros a que el virus también pueda provenir de los alimentos que compramos, aquellos que consumimos, de que nuestras mascotas sean transmisoras… apliquemos un poco el sentido común, por favor.

Se está dando también un trastorno transitorio del sueño a un número alto de la población, incluyendo desde los niños a quienes les cuesta irse a dormir, algunos padecen pesadillas…, pasando por adolescentes, personas adultas y de la tercera edad con insomnio.
Frente al insomnio hay que tomar medidas ya que afecta a nuestro rendimiento, nos cuesta más concentrarnos, hay cambios en el rendimiento laboral y académico… para ello intentemos mantener una rutina de sueño. Lo ideal es dormir entre 6 y 8 horas los adultos y que este descanso sea reparador.
También nos sentimos frustrados, ya que el hecho de no poder mantener nuestro estilo de vida ni la libertad de movimientos nos precipita hacia esas emociones más problemáticas debido a que van pasando los días y va creciendo la incertidumbre de lo que está pasando, de lo que pasará… también crece a diario la desconfianza hacia las fuentes autorizadas debido a que creemos que no nos están dando toda la información, llega un punto en que la mente humana desconecta y desconfía.

Algunas recomendaciones durante este periodo:

Identificar los pensamientos que nos puedan generar malestar. Pensar constantemente en lo mismo puede hacer que aparezcan o se acentúan síntomas que incrementen nuestro malestar emocional.

Identificar emociones y aceptarlas. Es normal que en este momento sintamos rabia, tristeza, alegría, impotencia, que estemos más sensibles… nuestras emociones ahora pueden parecerse a una montaña rusa.

Mantener una rutina: Intentemos levantarnos a la misma hora de siempre ya que posiblemente tengamos que trabajar desde casa (o fuera), ayudar a nuestros hijos en las tareas escolares, cocinar… y es de vital importancia que nos quede tiempo para nosotros: para leer, para practicar algo de ejercicio físico en casa, para descansar, incluso para no hacer nada.

Cuidar la alimentación: No comer más de la cuenta, intentar mantener una dieta variada y equilibrada donde esté presente la vitamina C, totalmente necesaria para mantener nuestro sistema inmune en las mejores condiciones.
Beber mucha agua, es muy importante que nos hidratemos correctamente y intentar mantener un horario de comidas.

Tomar el sol unos minutos al día: Si tenemos la posibilidad de salir al balcón, salimos unos minutos al día (utilizando la protección solar necesaria) ya que la luz solar aporta las cantidades necesarias de Vitamina D que necesita nuestro cuerpo para un buen funcionamiento.

Dosificar la información: Evitemos la sobre carga de información, ya que si estamos permanentemente conectados puede aumentar un nerviosismo innecesario. Priorizemos fuentes oficiales y no nos dejemos atrapar por noticias negativas y catastrofistas. También es recomendable que nos fijemos un horario para recibir este tipo de información.

 Evitar hablar constantemente del coronavirus: y llevar a cabo los hábitos de higiene y prevención recomendados, lavado de manos, mantener distancia de seguridad…

 Cuidar de la salud: seguir las medidas de prevención y atender la salud psicológica, para ello es importante que nos dediquemos tiempo. Necesitamos mantener la mente activa, bailar, cantar, reír… el hecho de reírse genera endorfinas, sube el estado de ánimo y aumenta las defensas, necesitamos tener un sistema inmune fuerte.

Por último decir que la salud es el regalo más grande. Así que debemos cuidarnos y protegernos.

 

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