La música nos ayuda a disfrutar del presente, poniendo toda nuestra atención, y a olvidarnos durante un rato de nuestros problemas.
Escuchar música puede ayudar a aumentar los niveles de serotonina (neurotransmisor encargado de regular el estado de ánimo y el sueño), que inhibe emociones negativas como la ira.
La música puede tener un gran impacto en cualquier persona, pero además, en las personas mayores, tiene la capacidad de liberar todo un torrente de memorias.
Esta es una de las razones por las que la terapia musical es uno de los tratamientos más eficaces para las personas mayores que sufren determinados tipos de enfermedades o trastornos.
¿Qué es la musicoterapia?
Consiste en el uso de la música y sus elementos (ritmo, melodía, armonía…) con finalidades terapéuticas, favoreciendo la comunicación, mejorando la autoestima y el estado de ánimo, incentivando el movimiento, la creatividad…
¿Qué beneficios aporta la musicoterapia?
La musicoterapia aporta beneficios cognitivos, físicos, socio-emocionales y espirituales.
Beneficios cognitivos: ayuda al aprendizaje, a la mejora de la orientación en la realidad, a aumentar la capacidad de atención y concentración y a mantener y/o mejorar las habilidades verbales y de comunicación.
Beneficios físicos: ayuda a mantener la movilidad de las articulaciones y aumentar la fuerza del músculo. También promueve la relajación, reduce la agitación y disminuye los niveles de ansiedad.
Beneficios sociales, emocionales y espirituales: aumenta la interacción y comunicación social, reduce y previene el aislamiento y mejora las habilidades sociales y la autoestima.
La musicoterapia en las personas mayores
Centrándome en las personas mayores y más concretamente las que sufren demencia ya que es el ámbito en el que más experiencia tengo, la musicoterapia en este colectivo, permite mejorar la calidad de vida de las personas que la sufren:
• En la fase leve y moderada de la demencia, la música puede contribuir a preservar las capacidades cognitivas y funcionales (lenguaje, atención, memoria), retrasando la dependencia.
• En la fase moderada y avanzada, la música permite a la persona desviar el foco de atención de los estímulos que no es capaz de interpretar hacia a un estímulo que tiene sentido y, por tanto, que ejerce un efecto calmante de la ansiedad.
De esta manera, la música ayuda a reducir algunos síntomas conductuales de la demencia, como la agresividad física y verbal.
“La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio”
Victor Hugo
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