Un conflicto ocurre  cuando se presenta una situación que percibimos amenazante de acuerdo con nuestro sistema de creencias, y por lo tanto, nos produce un sentimiento de confusión o irritación.

Los conflictos son normales tanto en la vida de los adultos como también en la de los niños, ya que cada uno de ellos tienen diferentes necesidades, deseos, y quizás quieren lo mismo a la vez …

lo que conlleva al conflicto.

¿De qué manera responden a ellos?

Discutiendo, agrediéndose, evitándose… cuando los niños gestionan mal los conflictos pueden tener un impacto negativo tanto en su desarrollo emocional como en las relaciones con los demás, además el aprendizaje y la autoestima pueden verse afectados.

Es necesario enseñar a los niños las habilidades necesarias para resolver los conflictos.

De esta manera, cuando aprendan a manejarlos de manera efectiva, pueden mejorar significativamente las relaciones con los demás y sabrán manejarse mejor en la vida adulta.

Es importante que los niños dejen de ver los conflictos como una competencia donde uno gana y otro pierde.

El conflicto debe ser visto como una oportunidad para construir relaciones más sanas y más respetuosas, y esto sólo se consigue gracias a la comprensión de las perspectivas de los demás.

 

¿Ganar o perder?

Los adultos tenemos un impacto muy importante en cómo los niños afrontan el conflicto.

A menudo, los adultos animamos a los niños a lidiar con los conflictos por compromiso, pero no les enseñamos las habilidades necesarias; si piden perdón es más que suficiente.

ERROR. Es necesario enseñar a los niños que resolver un conflicto no significa que nadie gane o pierda por completo.

Al igual que es un error, solucionarles nosotros el conflicto. Debemos ofrecerles herramientas para que ellos lo resuelvan, no podemos estar siempre solucionándoles los “problemas”.

Sabiendo que las personas que están en un conflicto tienen algo que quieren y algo que dar, es necesario utilizar el enfoque de ganar-ganar donde todos pueden ganar ante un conflicto.

 

¿Qué significa esto?

Que los niños deben buscar soluciones creativas para que todo el mundo se sienta contento y todos, puedan conseguir lo que quieren para solucionar el problema.

 

Habilidades necesarias

La resolución de conflictos requiere que los niños apliquen una combinación de habilidades para el manejo de los propios sentimientos, la comprensión de los demás, tener una comunicación efectiva y saber tomar decisiones acertadas.

Los niños deben aprender a controlar las emociones fuertes y a expresar verbalmente lo que sienten y opinan.

Necesitan la orientación suficiente para aprender estas habilidades, y aprender a usar todas las habilidades de forma efectiva requiere madurez y mucha práctica.

Los niños que reciben una buena guía para poder resolver los conflictos podrán comenzar a usar un modelo de ganar-ganar y poco a poco irán desarrollando sus propias habilidades para resolver los conflictos de forma independiente.

 

Qué deben aprender

– Estrategias para controlar las emociones fuertes.

– Identificar los pensamientos y sentimientos para poder expresarlos.

– Identificar el problema y expresar las propias necesidades.

– Comprender la perspectiva de la otra persona.

– Buscar soluciones al problema.

– Negociar una solución de ganar-ganar.

 

Es importante que cuando ayudemos a los niños a aprender a solucionar los conflictos, se escuchen primero todas las partes sin juzgar; reconociendo los sentimientos que afloran: tristeza, rabia, ansiedad…, antes de buscar las soluciones.

Cuando los niños se sienten valorados y comprendidos son más capaces de buscar una solución al conflicto que tienen delante.

Y cuando aceptan sus sentimientos y sus emociones, es cuando se puede empezar a trabajar el problema para buscar las soluciones de ganar-ganar.

 

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