Cada vez es más habitual, por el ritmo de vida que llevamos, que la comunicación de pareja sea escueta, precisa y a veces incluso mala; pero lo que ya no debería ser tan habitual es que para hablar con nuestra pareja debamos hacerlo por whatsapp cuando nos encontramos los dos bajo el mismo techo.
¿Te has olvidado que el lenguaje no verbal nos dice mucho: una mirada, un gesto…?
“… Llega un punto que no me escucha, se sienta en el sofá y se pone a jugar con el móvil, siempre quiere tener la razón …”, estas son frases con las que me encuentro a menudo en terapia.
¿Cómo mejorar la comunicación con tu pareja?
A continuación te facilito unas pautas que pueden ayudarte.
1. No te centres en lo negativo
Sé consciente de lo que te gusta de la otra persona, de lo que te une; en lugar de centrarte en lo que te diferencia.
2. No te quejes, transforma las quejas en peticiones
Explica claramente qué sientes y qué quieres o esperas de la otra persona.
No puedes pretender que tu pareja adivine tus necesidades o pensamientos.
3. NO a las críticas destructivas y SÍ a las críticas constructivas
Utiliza la “técnica sándwich”, ¿sabes en qué consiste?
En expresar una frase en positivo, una con crítica y otra en positivo, diciéndolas todas seguidas y sin pausas.
Por ejemplo: “Me gusta cuando me ayudas a preparar la comida, me siento mal cada vez que te quedas navegando por internet y apareces en la mesa justo en el momento de empezar a comer. Me encantaría compartir contigo los momentos de preparación”.
4. No intentes convencer, practica la empatía, expresa y pregunta por los sentimientos
Empatizar implica ponerse en el lugar de la otra persona, sin juzgar, con la intención de entenderla y de reconocer sus emociones.
Sustituye el típico “amenazante”: “tenemos que hablar”, por algo así como: “¿tienes un momento hoy o mañana para hablar de…?”, concretando el tema que quieres hablar.
5. No alargues las conversaciones sobre temas repetitivos, cierra capítulos y expresa necesidades
Evita volver a sacar los mismos temas una y otra vez, y evita mezclar varios temas en una misma discusión.
Márcate un tiempo límite si sabes que vais a hablar de un tema que va a generar discusiones; y si tenéis posturas distintas, buscar las necesidades y intereses comunes.
6. No interpretes y pregunta abiertamente
Evita la interpretación de las frases, pensamientos y conductas de la otra persona.
Si no preguntas abiertamente, no podrás saber lo que piensa o porqué se ha actuado de una manera concreta.
Cuando preguntes, escucha abiertamente y contrasta lo que has entendido.
7. Habla sobre el presente y el futuro
Evita recordar a la otra persona qué hizo mal o que no te gustó hace tiempo. Si algo no te gusta, es mejor aclararlo en un tiempo breve. Cualquier tipo de conflicto del pasado debes aceparlo y cerrar el capítulo para empezar otro nuevo; habla más del presente y planifica proyectos conjuntos.
8. No te centres en el resultado y sí en el progreso
Ves cuidando los gestos, conversaciones, detalles, muestras de cariño… a diario.
Si quieres ver cambios en la otra persona, primero debes cambiar tú.
Espero que te sirvan estas pautas y si crees que pueden ayudarle a alguien, no dudes en compartir.
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