Cada vez acuden a consulta más padres de adolescentes preocupados porque sus hijos pierden el interés por los estudios, y no se implican en estar atentos en clase, tomar apuntes…

En la gran mayoría de los casos, estas situaciones suelen ser temporales y tienen mucho que ver con los cambios que sufren en la adolescencia.

 

La adolescencia se trata de un período en el que los adolescentes están empezando a ser adultos, en el que viven profundas transformaciones biológicas y alteraciones emocionales.

Lo más importante es saber que tienen a sus padres cerca para ayudarles y descubrir QUÉ les ocurre realmente.

Entre las causas más frecuentes con las que me suelo encontrar son los malos resultados académicos.

Algunos adolescentes encuentran una presión excesiva y notan que se quedan retrasados respecto a sus compañeros de clase.

 

¿Cómo ayudarle?

 

Evita las presiones

No debes castigarlo ni amenazarlo para que estudie, eso solo empeorará las cosas.

Obligarlo a que no salga de su cuarto hasta que no acabe de estudiar o hacer los deberes no es ninguna garantía de que aprenda, podría quedarse horas encerrado en su habitación distraído con cualquier cosa que haya en ella.

 

Motiva con algo que quiera

Una forma de estimular a tu hijo adolescente para que estudie es motivarlo con algo que quiera, por ejemplo: «Acaba los deberes y así puedes ir más temprano a casa de tu amigo o él puede venir”.

 

Crea un espacio exclusivo para el estudio

Es necesario que establezcas normas; es decir, un tiempo y un lugar físico estipulado cada día que se dedicará en exclusiva al estudio sin ningún tipo de distracción.

De esta manera contribuyes a que el niño tenga que cumplir un hábito, al principio le costará pero lo irá asimilando.

Puedes incluir unos 5 o 10 minutos de descanso.

 

Demuéstrale una actitud positiva

Intenta siempre tener una actitud positiva ante tu hijo, él tiene que percibirte como un apoyo; alguien que lo ayuda a superar el problema. No grites ni critiques, esto solo contribuirá a que el niño tenga más ansiedad, procura mantener la calma.

 

Fija objetivos realistas y claros

Por ejemplo: «comenzar a leer» no es claro pero sí lo es «leer un libro cada mes».

 

Refuerza su autoestima

Hay que tener en cuenta que los éxitos animan y los fracasos desaniman.
Esa es una buena razón para que ayudemos a los adolescentes a fijarse metas moderadas, aunque no excesivamente, para que vayan consiguiendo éxitos que les animen a seguir con el esfuerzo.

 

Mantén la disciplina

Es importante que sea capaz de tener fuerza de voluntad y que sepa que los adultos que lo rodean confían en él.

 

Si crees que ya has agotado todos los recursos y no puedes más, te invito a que contactes conmigo.

 

Concertamos una primera sesión donde me explicas cómo es tu hijo/a, QUE problema/s crees que tiene, desde cuando su resultado académico ha empeorado…
Posteriormente tendré una primera sesión con él/ella donde elaboraré su historia indagando sobre los motivos por los cuales hay un cambio de actitud referente a su situación académica.
Si es pasotismo, falta de actitud, desmotivación, bullying…

Elaboraremos juntos unos objetivos y trabajaremos sobre ellos siguiendo unas directrices consensuadas para conseguir unos resultados satisfactorios.

 

¿Qué voy a enseñarle?

Técnicas de estudio, de atención y concentración, de motivación; ejercicios de respiración y relajación… entro otros.

 

¿Cuándo empezamos?

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