Hace un tiempo escribí un post: ¿Conoces los beneficios del Reiki? en el cual os comentaba que esta técnica se había ido introduciendo poco a poco en hospitales como el Ramón y Cajal y el Doce de Octubre en Madrid para tratar a enfermos oncológicos, ya que se había comprobado que las defensas del paciente mejoraban empleando el Reiki tras un tratamiento con quimioterapia.

Pues bien, recientemente, la Consejería de Sanidad en Madrid ha PROHIBIDO la presencia del Reiki en sus hospitales públicos.

Ha emitido una instrucción a los hospitales públicos para prohibir la publicidad, promoción y presencia del Reiki, definiéndolo como: “pseudoterapia que dice curar enfermedades mediante la imposición de manos”, según el diariomedico.com.

 

¿Qué tiene de malo?

Las personas que utilizan la técnica en hospitales son voluntarios, quienes se dedican a canalizar energía a aquellos pacientes que quieren recibirla.

Nada de obligaciones, ni imposiciones, ni coste económico…

Es el propio paciente quien decide si desea o no desea que se le aplique Reiki; una técnica útil también en enfermos terminales, que les ayuda a aceptar el tránsito que están a punto de emprender, proporcionándoles paz y tranquilidad (según mi opinión y teniendo en cuenta mi experiencia con esta práctica, estos son los beneficios principales del Reiki: paz y tranquilidad).

Considero que no tiene ningún sentido prohibir algo que no tiene contraindicaciones, que no hace daño; al contrario, más allá del debate de si cura o no cura, lo cierto es que Reiki relaja y el acompañamiento al paciente consigue mejorar la estancia del mismo en los fríos hospitales que son lugares llenos de dolor y miedo a nivel general.

He leído incluso acerca del Reiki que es peligroso para los pacientes, ya que les induce a confusión porque se les afirma que cura el cáncer.

NO hay cura para el cáncer, Reiki lo que hace es que el paciente dentro de su enfermedad esté más relajado, más tranquilo… y en ningún caso se debe abandonar la medicación ni ningún tipo de tratamiento médico, es una terapia complementaria.

He tratado a pacientes que sufren cáncer con Reiki como terapia complementaria al tratamiento de quimioterapia, radioterapia… y los pacientes (independientemente de sus creencias acerca de la técnica) han notado una mejoría que no saben explicar, les cambia el humor para bien, son más conscientes de la situación llegando incluso a la aceptación… sí es cierto que Reiki va más allá de la razón, sólo se puede descubrir a través de la propia experiencia, las palabras no son bastantes para definirlo.

Así que sólo pido un poco de respeto a la técnica, somos muchos los que trabajamos a diario con ella y aunque científicamente no esté comprobado de que funciona para poder decir que es válida, nos sirven los buenos resultados que se obtienen en los pacientes a quienes se les aplica recalcando que siempre debe utilizarse con cordura y como terapia complementaria.

 

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