Siempre que afrontas un problema que te altera la vida, te preocupa o hace sufrir y no sabes cómo resolverlo, un psicólogo puede ofrecerte las herramientas que requieres para que halles la solución más efectiva. El psicólogo te apoya en un proceso por el que aprendes a ayudarte a ti mismo/a. No resuelve los problemas por ti sino que los convierte en oportunidades para un cambio.

Muchas veces las relaciones interpersonales (pareja, familia, amistad, etc…) se problematizan hasta el punto de convertirse en fuentes de estrés, infelicidad y agotamiento emocional debido a la presencia de problemas repetitivos que generan círculos viciosos sin salida aparente. El psicólogo maneja las habilidades necesarias para ayudarte a mejorar tu capacidad de crear y mantener relaciones positivas fundadas en la mútua aceptación, respeto y compromiso.

Tengo problemas pero ¿necesito un psicólogo?

Aunque el psicólogo está capacitado para tratar distintos problemas tales como depresiones, trastornos varios … no es necesario que padezcas una patología para poder acudir a un psicólogo y beneficiarte de ello. Incluso una persona sin problemas serios puede obtener un gran beneficio al someterse a un proceso psicológico orientado a un autodescubrimiento de uno mismo.

Duración y frecuencia del tratamiento

Las visitas tienen una duración aproximada de unos 55-60 minutos. La frecuencia de las visitas acostumbra a ser semanal, pudiéndose acordar una periodicidad quincenal o incluso mensual a medida que se vaya produciendo una remisión de la sintomatología o un logro gradual de los objetivos fijados, según la evolución y circunstancias.

Objetivos del tratamiento

La remisión de los síntomas presentes es de lo más importante pero quizás incluso más es el logro del objetivo primordial, una transformación del ser, el nivel de consciencia y un desarrollo de las capacidades cognitivas y emocionales que permitan una vida plena y una renovada capacidad de relacionarse y vivir de acuerdo a uno mismo.

 

 

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