¿Quieres hacer un cambio en tu vida y no sabes por dónde empezar?

¿Notas que te estresas por todo?

¿Tienes algún problema de comunicación con tu pareja?

¿Quieres poner un poco de orden en tu vida?

 

No hace falta estar “loco” para ir al Psicólogo. Aunque sí es cierto que estamos capacitados para tratar distintos trastornos, no es necesario que padezcas una patología para poder acudir a un psicólogo; una persona sin problemas serios puede obtener un gran beneficio al someterse a un proceso psicológico orientado a una mejora en su salud emocional.

Cuando afrontas un problema que te altera la vida, te preocupa o te hace sufrir y no sabes cómo resolverlo, un psicólogo puede ofrecerte las herramientas que necesitas para que encuentres la solución más efectiva. No va a resolver tus problemas, pero los convierte en oportunidades para el cambio.

Muchas veces las relaciones interpersonales (pareja, familia, amistad…) se problematizan hasta el punto de convertirse en fuentes de estrés, infelicidad y agotamiento emocional debido a la presencia de problemas repetitivos que generan círculos viciosos sin salida aparente. El psicólogo maneja las habilidades necesarias para ayudarte a mejorar tu capacidad de crear y mantener relaciones positivas fundadas en la mútua aceptación, respeto y compromiso.

 

¿Qué aprenderás?

  • Aprenderás nuevas formas de pensar y afrontar situaciones cotidianas, problemas y sobretodo aquello que te causa malestar.
  • Aprenderás a afrontar sentimientos, sensaciones… que tienes pero no sabes cómo aplicarlos o no acabas de identificarlos del todo.
  • Aprenderás a ser dueño de tus pensamientos y sensaciones, lo cual genera beneficios en todos los aspectos de la vida, inclusive en la salud del cuerpo.

 

Qué debes tener presente

  • El primer paso es reconocer que no se puede afrontar solo/a una situación que nos genera malestar: un duelo, una separación, ansiedad, estrés…
  • El segundo paso es buscar un profesional que te ayude y es muy importante que sea Psicólogo. Lo digo porque hay cierto intrusismo en esta disciplina, y no es la primera vez que cuando recibo una llamada telefónica solicitando información me confiesen que no tienen claro si necesitan un psicólogo, un terapeuta o un coach.

No voy a entrar en detalles explicando las funciones y los campos de actuación de unos y otros porque el objetivo de este post es otro, pero me gustaría que lo tengas en cuenta.

  • Orientación del profesional. Comprobar que esté colegiado,  qué terapia utiliza, cómo son las sesiones, así como su frecuencia y precio.
  • La terapia se aplica sobre una base científica.

 

Qué NO hace un psicólogo

  • No voy a decirte lo que quieres escuchar. Voy a darte herramientas para que tú promuevas el cambio que quieres para tu vida.
  • No voy a resolver tus problemas. Voy a escucharte y guiarte a través del camino de tus sentimientos y pensamientos sobre el mundo que te rodea. A parte de darte herramientas hechas a tu medida para que poco a poco puedas ir resolviendo tus problemas sin mi ayuda. Elaboramos el “botiquín emocional” como me gusta llamarlo.
  • No actúo como juez: no voy a decirte lo que está bien y lo que está mal, ya que veo en ti una persona que sufre y quiere mejorar su bienestar.
  • No vas a estirarte en un diván. En mis sesiones estarás sentado en una silla.

Así que ya ves que puedes relajarte, hablar de todo lo que quieras sin ocultar cosas por vergüenza, y sólo me queda preguntarte: ¿Cuándo empiezas?

Pin It on Pinterest