¿Qué es la asertividad?

Se trata de una estrategia de comunicación que nos permite defender nuestros derechos y expresar nuestra opinión, intereses, gustos… de una forma clara respetando en todo momento los derechos y creencias de los demás.

Una conducta asertiva nos permite hablar de nosotros mismos, aceptar cumplidos, pedir ayuda, aprender a decir “no”…

A menudo me encuentro con personas que me piden que les facilite herramientas para aprender a lidiar con la asertividad y a mejorar de esta manera su calidad de vida, y lo que me gusta decirles (y quiero que sepas) es que la conducta asertiva se puede entrenar y de esta manera aumentar el número de situaciones en las que vas a tener una respuesta asertiva y disminuir al máximo las respuestas que te provoquen malestar o estrés.

A medida que seas más asertivo te encontrarás más cómodo en las relaciones con los demás y serás capaz de dedicarte tiempo para ti.

 

¿Quieres empezar a entrenarte?

Te propongo que intentes lo siguiente:

  • Analizar tu estilo. ¿Expresas tus opiniones o te quedas callado? Debes analizar tu comportamiento antes de realizar cambios. Esto te ayudará a tomar mejores decisiones.
  • Hablar en primera persona. Al utilizar el “yo” en tu diálogo, podrás emitir lo que estás pensando sin culpar a los demás. Por ejemplo, utiliza “yo no estoy de acuerdo” en lugar de “estás equivocado”.
  • Aprender a decir NO. Es válido que rechaces algunas peticiones si en realidad no tienes tiempo para hacerlas. Es mejor expresarlo a llenarte de estrés por querer cumplir con todo.
  • Ensayar tu discurso. Si para ti es difícil expresar tus pensamientos, verbalízalos en voz alta o escríbelos en un papel.
  • Utilizar el lenguaje corporal. Actúa con confianza. Mantén una postura segura y haz uso del contacto visual constantemente.
  • Controlar tus emociones. Si sientes que tus sentimientos se pueden apoderar de tus decisiones, espera unos segundos para calmarte y expresar tus pensamientos de una forma tranquila. Respira profundamente y habla  con voz tranquila y firme.
  • Convertirte en tu propio defensor y respetar tus valores. Cuando expreses lo que quieres y/o necesitas verás que tendrás una vida más feliz; y no permitas que los demás superen tus ideas o creencias. Házles entender de forma respetuosa que vales lo mismo que ellos y mereces respeto.
  • Romper patrones. Si eres de las personas que dejan que los demás decidan por ti, trata de eliminar este comportamiento de forma sutil, por ejemplo: “está perfecto el plan, pero esta vez me encantaría hacer…”

Recuerda que si eres demasiado tolerante, a corto tiempo puedes padecer episodios de estrés, resentimiento, ira…

Como bien dice Walter Riso: «Cuando expresas lo que piensas y sientes, liberas la mente y sanas tu cuerpo».

Por todo esto te recomiendo que no dejes de expresar lo que te molesta. Siempre hay una forma de expresarlo sin herir los sentimiento de los demás. Si empiezas a hacerlo notarás como tu bienestar se incrementará y estarás más conforme con tus decisiones y estilo de vida.

¿Te animas? ¿Empiezas a practicar? Si crees que necesitas ayuda puedes contactar conmigo y estaré encantada de ayudarte.

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