La ansiedad es un estado emocional normal que nos permite enfrentarnos a las exigencias de la vida cotidiana.

Sin embargo, cuando aparece con frecuencia de forma exagerada y sin motivos reales, podríamos decir que estamos frente a un trastorno de ansiedad.

Las consultas de psicología se van incrementando con una población cada vez más joven habituada a los ansiolíticos y antidepresivos (diazepam, lorazepam, prozac…), que no saben cómo combatir la ansiedad de otra manera, pero tienen claro que no quieren depender “de por vida” de la “pastilla milagrosa”; y buscan otros métodos más saludables.

Yo no soy partidaria de que debamos olvidar el tratamiento farmacológico para aliviar los síntomas de los distintos trastornos emocionales. Por ejemplo, pocas son las personas capaces de superar un ataque de pánico sin pastillas, pero en el caso de la ansiedad (dependiendo del estilo de vida de la persona que la sufre, del tipo de trastorno de ansiedad que padezca y de la gravedad de los síntomas), podemos prescindir de la medicación.

Lo que hacen las pastillas es aliviar los síntomas, NO CURAN la ansiedad.

 

¿Cómo enfrentar la ansiedad sin tomar medicación?

Con un buen trabajo terapéutico junto a ciertos cambios en tu estilo de vida, pueden ayudarte a ir reduciendo poco a poco la medicación para dejarla cuando estés totalmente preparado.

Puedes ir incorporando en tu día a día estas pequeñas recomendaciones:

–      Haz ejercicio físico a diario, ya que le permite a tu cuerpo liberar el exceso de energía acumulada a la vez que genera la liberación de endorfinas (conocida como la hormona de la felicidad), que es la que se encarga de disminuir el dolor y aumentar la alegría.

–      Practica técnicas de relajación. Empieza trabajando con la respiración, siendo consciente de ésta durante unos minutos.

Es muy importante que trates de mantener la calma cuando percibas que la ansiedad aumenta, y debes aprender a reconocer cuáles son las situaciones que te generan este aumento de ansiedad, para poder controlarlas.

Si quieres, puedes incorporar música relajante para que te ayude a concentrarte.

Hay ciertas técnicas como el Yoga, Tai Chi … que también pueden ayudarte a disminuir la ansiedad.

–      Haz una tarea a la vez. Concéntrate en una tarea y hazla tranquilamente.

Una de las características principales de la ansiedad, es la necesidad de hacer varias cosas a la vez, lo que conduce a que el cuerpo esté en constante nivel de tensión. Intenta evitar hacer múltiples tareas al mismo tiempo.

–      Cuida tu cuerpo y tu mente. No te sobrecargues de tareas que no puedes hacer, y olvídate del sentimiento de culpa que te genera el no poder hacer todo lo que quieres, ya que es básico reconocer tus limitaciones tanto de tiempo como de energía.

 

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