El insomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño, para mantenerlo, o para conseguir una calidad y una duración adecuada que restauren la energía del organismo.

La mayoría de personas que lo sufren tienden a auto medicarse; recomiendo visitar a un profesional antes de optar por esta vía, ya que no es la más adecuada.

 

Analicemos las causas

Partiendo de que hay muchos factores, los más frecuentes son aquellos que se derivan de un mal estilo de vida, o lo que llamamos una mala higiene del sueño.

Recomendaciones para una buena higiene del sueño

  • Mantener unos horarios regulares para ir a dormir y para levantarse.
  • Hacer ejercicio moderado durante el día.
  • Seguir una dieta equilibrada.
  • Cenar dos horas antes de ir a dormir.
  • No abusar de producto excitantes como: la cafeína, el tabaco, el alcohol… ya que además de ser perjudiciales para la salud, dificultan mucho el sueño.

 ¿Cómo puede afectar a la vida diaria el no descansar lo suficiente?

  • Sensación de fatiga y somnolencia durante el día.
  • Irritabilidad y más nervios.
  • Dificultades de atención, pérdida de memoria…

 ¿Qué hacer cuando no se puede dormir?

Si las medidas que he expuesto hasta aquí, no te resultan útiles y estás dando vueltas en la cama cuando han pasado 30 minutos desde que te acostaste; te recomiendo que te levantes y hagas una actividad tranquila relajándote: escucha música tranquila, toma unas respiraciones, lee un poco, tómate un vaso de agua o una infusión calentita (la valeriana y la pasiflora ayudan a conciliar el sueño)… y cuando te vuelva a entrar el sueño te vuelves a la cama.

¿Cuándo es necesario tratar el insomnio y cuál es su tratamiento?

Debe ser tratado siempre que esté afectando la calidad de vida de la persona.

El tratamiento que recomiendo es el individualizado y que debe tratar muchos aspectos como: el estilo de vida, técnicas de respiración y relajación… La terapia conductual te puede ayudar a controlar los pensamientos negativos y la ansiedad que surge al acostarte.

Cuando finalmente no funcionan estos tratamientos, entonces ya se debería recurrir a las benzodiazepinas (son los fármacos más importantes en el tratamiento del insomnio), pero SIEMPRE deben utilizarse bajo prescripción médica, con tratamientos cortos y en la dosis más baja posible.

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